miércoles, febrero 22, 2006

El Ser de una Promesa



"Ninguno ama a su patria porque es grande, sino porque es suya"
Lucio Anneo Séneca

Érase el ají perdido entre mares y montañas,
un vertedero de glaciares, bosques y desiertos,
un cinturón que amarraba agua y tierra,
un jardín de primavera regado por la nieve,
era el seco amarillo en el sur austral del mundo.

Era un arco iris invertido,
una trutruca Mapuche,
un remo de bote,
un cuchillo sin filo,
era un volcán en el Pacífico,
un héroe sin victorias,
una cuna de locos escritores.

Era un sol fragmentado en las calles,
un desierto con flores,
un gris con vida,
un cerro de casas,
era un cielo bajo tierra.

Era el dolor del salitre,
la riqueza del cobre,
la injusticia del carbón,
era la incertidumbre de un pescador,
el trabajo de la siembra,
el aislamiento del pastor.

Era un libertador irlandés,
un guerrillero en el siglo diecinueve,
unos hermanos muertos,
un león en el desierto,
un capitán abordando la gloria.

Hoy me pregunto que será:
un padre,
una madre,
hoy soy yo.

Hoy mi Chile es un paraíso de estos tiempos,
un joven por crecer,
una blasfemia de Dios,
un mandamiento bíblico,
un planeta que se atascó,
hoy mi patria es un contrato de hombres,
hoy mi patria es una promesa de amor.

domingo, febrero 19, 2006

Somos Uno


"Todos los hombres estamos hechos del mismo barro, pero no del mismo molde"
Proverbio Mexicano
Tanto sufrimiento y
te lamentas,
qué te puedo decir si
somos iguales.
Que más da si el otro sufre
si bien estamos,
no lo dices
pero sabes que es así,
es tu ley.

Hablas como si no amaras
¿qué sucede?
¿ya no sientes?
te ríes
te quejas
todo está mal para ti
pero vives cómodo,
y es cierto,
vives alejado del mal y,
ese es tu problema:
no lo conoces
le temes
sí, eso, le temes.

No entiendo,
por qué él no.
¿Qué pretendes?
¿sentirte bien?
me das vergüenza
me haces llorar
me lastimas.

Somos uno
un pasado
millones de historias
que puedo decirte:
tienen anhelos
tienen dolor
los niños no juegan
no comen
y no se quejan,
a momentos son felices.

Y tu aquí
acomodado
todo está bien.
Si para ti, todo va mejor
pero te quejas igual.
Entiende, no somos iguales
pero somos uno a la vez,
que pena das.
Es que es cierto
te temes
les temes,
dolor,
eso deberías conocer:
dolor.

martes, febrero 07, 2006

El Árbol


"La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza a aprenderlo, ya hay que morirse."
Ernesto Sábato

El árbol es vida,
la vida es una balanza,
en esa balanza cabe el hombre,
por tanto,
el hombre es vida.
Pero el árbol muere solo,
los hombre morimos solos,
entonces el pecado de la vida es aislar otra vida.
Imposibilitar es dañar,
hacer el mal.

El árbol muere feliz,
por no seguir viviendo,
el árbol muere sin pedir nada.
Muere consigo mismo,
en su culpa y en su gloria.

lunes, febrero 06, 2006

Don Quijote Quería Jugar

"La Libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la Libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida"
Miguel de Cervantes


Si pregunto por Alonso Quijano, sabrá alguien decirme quién es él. Me parece que una gran mayoría no lo reconocerá. Algo les puedo contar de su vida, aunque poco se nos has dado a conocer. Este era un hombre viejo, que vivía en un lugar de la Mancha, aficionado a las historia de caballería tales como las que protagonizara Amadís de Gaula. De un tiempo a otro su ceso quedó más seco que una momia, así pasó a ser el caballero más conocido de la historia de la humanidad, un hombre que sin mucho que comparársele a los hombres de la Mesa Redonda quedó situado en lo más alto de la trascendencia caballeresca de la historia del hombre.
Su apodo, El Caballero de La Triste Figura. Su nombre, Don Quijote de La Mancha. He aquí un personaje como nunca se ha encontrado en estos tiempos, una figura desproporcionada en ansias de hacer el bien, sólo comparado al mismísimo Jesucristo. Su locura lo llevó a mucho más de lo que cualquier cuerdo hombre podría haber alcanzado, puede ser ése el antídoto tal vez. El hombre de hoy necesita un poco de su demencia, quién sabe si es eso lo que nos lleva a los hombre a imaginarnos un mundo mejor, una utopía como la de Moro. Despertar al hombre que llevamos dentro de nuestro animal es una necesidad que nos hace humano, es lo que sin proponérselo anheló y cultivó por las pobres tierras de España, nuestro Ingenioso Hidalgo. Aquel manchego, en compañía de su fiel escudero, Sancho Panza quiso encontrarle un nuevo amanecer al desprovisto de libertad, al explotado, al arrepentido, al enamorado, etc. Derrotado quiso seguir luchando y deshonrado quiso morir, porque como le explicó a Sancho y lo sigue haciendo con la humanidad la libertad es uno de los dones más preciados que se le ha entregado al hombre, por ella se debe incluso dar la vida. Cuanta falta nos haces ahora Don Quijote, te propongo poner molinos, doncellas en peligro, leones, etc. pero regresa, aunque sea a nuestra imaginación.
Como me imagino al Caballero de La Triste Figura codeándose con los más altos mandatarios de nuestra época, con Bush, Blair, Putin, Berlusconi, etc. Si supieras como te imagino. Todo sería distinto, lo sé. Nos contagiarías con ese desborde de locura, la imaginación se nos iría a volar, podríamos respirar sin angustia, sin miedo a represalias.
Don Quijote, una pregunta ¿Cómo te sentías al verte derrotado? ¡Que interrogante! Nosotros lloraríamos, un psiquiatra, remedios, depresión. A ti te bastó la locura y sanaste bien. Súbeme a tu montura caballero derrotado, súbeme a tu montura que también voy cargado de amargura y no puedo respirar.
Te hiciste inmortal y para quien me lo discuta sabré que responderle. Quien muere sobre su cama, cansado de amargura no era Don Quijote, más bien Alonso Quijano. Tú, Don Quijote quedaste vivo, entre todos, inspirándonos con tus hazañas, con tus sueños, prometiéndonos que algún día, cuando el mal haya sido derrotado y te hayas encontrado con tu Dulcinea todos entraremos felices en la tierra que nos juraste.

viernes, febrero 03, 2006

Mi Niña Esclava


"Sueño que mis cuatro hijos vivirán un día en un país en el cual no serán juzgados por el color de su piel, sino por los rasgos de su personalidad"
Martín Luther King

¡Oh, hija mía¡
Hija del espanto de la esclavitud,
Rostro moreno de la tierra,
Manos pulidas de maíz,
Ojos de luna,
Sonrisa de leche,
Llanto sin fin.

Hijita de la muerte no llores aun,
Yo soy tu madre,
También la madre de la esclavitud.
Llanto de hoja no hagas correr
Que la sombra que el Blanco te impone,
El hombre negro
La dejará
Caer.

Mi dulce azúcar café,
Mi niñita buena,
Mi niñita sonríe otra vez.
No sabe como la castigan
Su nombre, su pueblo y su piel.

Acabaré con esto yo,
El sol que para mi no brilló
Para ella lo haré brillar.
Dejando que este cuchillo
Su sangre libre
La haga correr al mar.