miércoles, noviembre 28, 2007

Las Palabras y La Conversación

Hoy, quiero homenajear a la palabra, más precisamente a la conversación que nace de ellas. Pretendo brindar también por no llegar a materialidad alguna en un diálogo franco y sereno, sino más bien destruir toda la espiritualidad que nos constituye para verla renacida en nuevas formas. Las palabras son mágicas, lo dijo Neruda, “gracias por las palabras”.

En conclusión un triunfo real como los pocos que conozco podrá decirse de aquel coloquio fructífero que se comprenda imposible de agotar… y quedará ya a esa altura tan sólo que se agoten los participantes.


No sé en verdad si la comunicación es previa a la palabra o no, es irrelevante en esta reflexión. La certeza es mi gratitud a la creación que emana de la plática, o bien en soledad, lo que nace del silencio. Claro, no sé yo, pero es que acaso no son similar el silencio a las palabras: podrían ser ellos el sonido creador, la causa eficiente del pensamiento. No nos damos cuenta acaso que la reflexión no es más que el sonido de las palabras en nuestra conciencia.

Eso es lo que enamora de las palabras: seguro los números han sido creados por Dios, felizmente las palabras son humanas. Por ellas y por su esencia me desvelo y además, por ellas puedo descansar tranquilo porque han sido tantas y tan profundamente irregulares que mañana nacerán otras nuevas y aún la ya existentes me son desconocidas.