Don Quijote Quería Jugar
"La Libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la Libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida"
Miguel de Cervantes
Si pregunto por Alonso Quijano, sabrá alguien decirme quién es él. Me parece que una gran mayoría no lo reconocerá. Algo les puedo contar de su vida, aunque poco se nos has dado a conocer. Este era un hombre viejo, que vivía en un lugar de la Mancha, aficionado a las historia de caballería tales como las que protagonizara Amadís de Gaula. De un tiempo a otro su ceso quedó más seco que una momia, así pasó a ser el caballero más conocido de la historia de la humanidad, un hombre que sin mucho que comparársele a los hombres de la Mesa Redonda quedó situado en lo más alto de la trascendencia caballeresca de la historia del hombre.
Su apodo, El Caballero de La Triste Figura. Su nombre, Don Quijote de La Mancha. He aquí un personaje como nunca se ha encontrado en estos tiempos, una figura desproporcionada en ansias de hacer el bien, sólo comparado al mismísimo Jesucristo. Su locura lo llevó a mucho más de lo que cualquier cuerdo hombre podría haber alcanzado, puede ser ése el antídoto tal vez. El hombre de hoy necesita un poco de su demencia, quién sabe si es eso lo que nos lleva a los hombre a imaginarnos un mundo mejor, una utopía como la de Moro. Despertar al hombre que llevamos dentro de nuestro animal es una necesidad que nos hace humano, es lo que sin proponérselo anheló y cultivó por las pobres tierras de España, nuestro Ingenioso Hidalgo. Aquel manchego, en compañía de su fiel escudero, Sancho Panza quiso encontrarle un nuevo amanecer al desprovisto de libertad, al explotado, al arrepentido, al enamorado, etc. Derrotado quiso seguir luchando y deshonrado quiso morir, porque como le explicó a Sancho y lo sigue haciendo con la humanidad la libertad es uno de los dones más preciados que se le ha entregado al hombre, por ella se debe incluso dar la vida. Cuanta falta nos haces ahora Don Quijote, te propongo poner molinos, doncellas en peligro, leones, etc. pero regresa, aunque sea a nuestra imaginación.
Como me imagino al Caballero de La Triste Figura codeándose con los más altos mandatarios de nuestra época, con Bush, Blair, Putin, Berlusconi, etc. Si supieras como te imagino. Todo sería distinto, lo sé. Nos contagiarías con ese desborde de locura, la imaginación se nos iría a volar, podríamos respirar sin angustia, sin miedo a represalias.
Don Quijote, una pregunta ¿Cómo te sentías al verte derrotado? ¡Que interrogante! Nosotros lloraríamos, un psiquiatra, remedios, depresión. A ti te bastó la locura y sanaste bien. Súbeme a tu montura caballero derrotado, súbeme a tu montura que también voy cargado de amargura y no puedo respirar.
Te hiciste inmortal y para quien me lo discuta sabré que responderle. Quien muere sobre su cama, cansado de amargura no era Don Quijote, más bien Alonso Quijano. Tú, Don Quijote quedaste vivo, entre todos, inspirándonos con tus hazañas, con tus sueños, prometiéndonos que algún día, cuando el mal haya sido derrotado y te hayas encontrado con tu Dulcinea todos entraremos felices en la tierra que nos juraste.
4 Comentarios:
Don Quijote, en términos prácticos, fracasa. Al igual que Hamlet, Jesus, Gilgamesh, Orfeo y otros tantos. Es inevitable; el mundo desborda de maneras incontenibles para un solo arquetipo (incluso para dos). No tiene por qué ponernos tristes que Don Quijote muera, aunque sea como Alonso Quijano.
Porque lo más fundamental ya está: se ha constituido un arquetipo que trasciende la historia misma. Que es capaz de instalarse a dialogar con su propio tiempo y más allá. Hay un acto poético vital dentro del accionar del Quijote, y ahí radica la victoria no solo del personaje mismo, sino también de Cervantes. Va mucho más allá de la reinvindicación de la Locura como respuesta ante la época y ante problemáticas fundamentales de la existencia humana (justicia, amor, sueños).
Hoy por hoy, lo más probable es que Don Quijote pasaría desapercibido; su propia naturaleza lo exigiría y dudo que se codee con líderes mundiales. Su lugar recae justamente en donde no es entendible lo que hace (el Quijote no derribaría molinos, sino su correspondiente, tal vez antenas de celular o pórticos de cobro de TAG).
Having him would be as nice as having Hamlet. Toda una delicia.
Saluts
Jajajjaaja
Buenisima promoción ,pero eso ke le dió plancha fue lo ke me dió más risa y a la vez ternura.
Me encantó tu Blog , de mi completo gusto , así que ahora mismo te agrego a mis Blog favoritos ni lo dudes , a las 01:20 lo verás puesto .
espero ver mi link en los tuyos vale???
Un abrazote y te estaré visitando .
Uno de mis personajes de ficción preferido, este Alonso Quijano. Yo creo que Cervantes lo creó para burlarse de los libros de caballería pero que al final llegó a quererlo mucho, como hijo suyo que es.
Hoy en día yo me quedaría con Don Quijote,más que con Don Alonso Quijano. Creo que necesitamos de locos con buen corazón para cambiar el mundo.
Pero en un mundo como el nuestro Don Quijote sería acusado de loco y recluido en algún triste centro. Tal como va hoy el mundo, hay poco sitio para la imaginación y la poesía.
Gracias a Dios, que aún quedan blogs tan preciosos como el tuyo que nos recuerdan que no todo está perdido.
Un abrazo
El autor escribió esta obra para combatir al auge de las disparatados libros de caballerías, como él mismo dice en el prólogo: "...no ha sido otro mi deseo que poner en aborrecimiento de los hombres las fingidas y disparatadas historias de los libros de caballerías...".
"Non fuyades, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os acomete".Le dice Don Quijote a los molinos de viento, cabalgando a Rocinante. Pero los molinos no le contestaron.
Sin embargo, creo hoy por hoy hay varios Quijotes buscando retablos y ventas...ellos nos salvaran de los libros de caballerías.
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