La Originalidad.
"yo levanto mi copa
por ese día que no llega nunca
pero que es lo único
de lo que realmente disponemos"
Parra, Nicanor
Para retomar mis reflexiones vía blog he decidido hacerlo mediante una breve y personal reflexión de lo que ensayamos con el calificativo de Originalidad. Como bien decía Carla Cordua actualmente la incesante innovación, la exigencia de competitividad, el afán de lucro personal han dado determinado un fenómeno social que tiene como síntoma la búsqueda frenética de dicha cualidad. Desde esta perspectiva hay una motivación exacerbada por hallar lo que rompe el canon existente, se busca con furia y con más pesadumbre que placer el goce de un artefacto – ya sea artístico u otro- que sea mediáticamente insólito. Así hemos podido ser testigos de realizaciones carentes de sentido, que caen en lo vulgar y chabacano. Ésa frenesís no ha permitido incorporar con materia sustancial y perfeccionada nuevos asuntos dignos de ser halagados, sino se ha repetido una y otra vez la estructuración en vano con dosis potentes de inconformismo.
La Originalidad como tal se debe percibir con una dicotomía entre la fuerza del pasado y la intrepidez de los nuevos tiempos. Por lo mismo recuerdo unas palabras de la folclorista Margot Loyola frente a la pregunta de Warnken. “A las nuevas tonadas chilenas les falta aprender de su pasado, sólo así comprenderán cómo trabajar en nuevos proyectos”. El guión singular, de aquel autor magistral, ya sea en prosa o verso, en óleo o acuarela, en orquesta o tonada, debe requerir de una profunda valoración de su pasado, debe construirse de la fibra de él, cada minúscula esencia debe constituir un todo pretérito que al verse combinado con sus demás partes den en la obra final con la innovación y el deslumbramiento.
Parra fue motivo de aquello, su poesía más que irreverente al lado de Casanueva, de Prado, de Castro, de D’Halmar exponía sustancialmente lo mismo sólo que en nuevas estructuras. La valoración temática era la misma al centrarse en el hombre y su entorno como fuente primordial de inspiración, pero los elogios están haber recurrido a nuevos recursos para dar otras perspectivas. Así modernizó la disposición de la forma y del lenguaje cotidiano, pero sin perder la solemnidad del discurso de la primera fase del siglo XX.
Para quienes buscan la reinterpretación, el canon inexistente aún, la crítica mordaz de lo incuestionable, la redistribución de los parámetros, deben tener claro –según mi modesta opinión- las palabras de uno de los padres de la Química moderna: “En el universo nada se crea ni se destruye tan sólo se transforma”.
3 Comentarios:
A estas alturas, lo mas original resulta una vuelta a la pureza de las raices.
un abrazo
Los mejores deseos para un 2007 ke está a pocas horas, mil bendiciones por minuto y ojalá , una excelente resultado de PSU.
Un Abrazo fuerte Miguelistico
pd:larga vida a Parra
Noticias ad portas.
Ha pasado casi un año completo, si es que no más, desde que dejaste un comentario en la puerta de entrada de mi lugar, que sigue igual de modesto, igual de abandonado, e igual de trascendental mente profundo para la existencia. Y debo agradecerte, Miguelius, el favor que me hiciste al suavizar mi entrada a esto de las bitácoras en línea.
Tengo espacio nuevo. Poder de palabras punto blogspot punto com. Quizás, si te paseas, veas en qué va la vida de este, humilde servidor, quien escribe. Te dejo mil saludos, mis mejores deseos para este nuevo año que enfrentas, y que sea con la frente en alto, que, como dice Ray Bradbury en el final de Fahrenheit 411, el libro lo dejamos para mañana, porque sabemos que de nuestra mente no va a desaparecer. La mejor arma de una persona son sus palabras (esas palabras asesinas de toda emoción, de todo sentimiento, de toda sensación), y tienes la gran responsabilidad sobre tus hombros de esgrimirlas como herramientas de bien.
Usa de la mejor forma posible tu conocimiento.
Un gran saludo.
Jota.
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